Por: Thelma Corona
Estudiante de la licenciatura en Psicología
En las últimas décadas, la
forma en que la sociedad concibe y practica las relaciones amorosas ha
experimentado cambios significativos, reflejando una mayor apertura a nuevas
configuraciones afectivas. Pero ¿Qué es el poliamor? El poliamor es definido
como la práctica consensuada de mantener múltiples relaciones amorosas
simultáneas, desafía las normas convencionales sobre el amor, el compromiso y
la fidelidad, permitiendo un enfoque más flexible y diverso en la construcción
de relaciones significativas (Conley, Moors, Matsick & Ziegler, 2013).
Sin embargo, existen reglas y
acuerdos dentro del poliamor, y no es solo sexo, hay vínculos afectivos y de
responsabilidad entre todos. Siguiendo el mapa de Franklin Veaux, algunos de los
diferentes tipos de poliamor pueden ser:
Poliamor
jerárquico. Una estructura poliamorosa en la que una
pareja o núcleo tiene prioridad sobre el resto de las relaciones.
Poliamor
no jerárquico. Relaciones poliamorosas en las que ninguna
relación romántica es privilegiada sobre el resto.
Poliamor
abierto. Relaciones poliamorosas en las que las personas
participantes están abiertas a la posibilidad de añadir relaciones o amantes.
Polifidelidad. Un
núcleo poliamoroso de más de dos personas que no permite incluir a otros sin la
aprobación del grupo.
Polisoltería.
Relación poliamorosa donde no se replican modelos de las relaciones
convencionales.
Poligamia
religiosa. Sistema que permite, generalmente al hombre, tener varias
parejas por motivos espirituales.
Por otro lado, el poliamor se
presenta como una respuesta a la creciente demanda de libertad individual y
autenticidad en las relaciones amorosas. Las personas que eligen este modelo
valoran la posibilidad de explorar múltiples conexiones emocionales sin
renunciar a la honestidad y el respeto mutuo como pilares fundamentales
(Barker, 2016). Sin embargo, a pesar de estos aspectos positivos, el poliamor
plantea desafíos únicos, como la gestión de los celos, el equilibrio del tiempo
y la superación de las expectativas sociales y culturales profundamente
arraigadas en la monogamia (Sheff, 2011). Estos desafíos son fundamentales para
entender tanto el atractivo como las dificultades asociadas con el poliamor.
También llega a enfrentar
críticas y escepticismo, es decir, desde sectores conservadores, se ve como una
amenaza a la familia tradicional y la estructura monogámica (Emens, 2004). Por
otro lado, algunos movimientos feministas y LGBTQ+ lo perciben como una
extensión de privilegios y desigualdades, sugiriendo que el poliamor puede replicar
dinámicas de poder presentes en otras formas de relación (Sheff, 2011).
Los principales hallazgos
revelan que las relaciones poliamorosas requieren altos niveles de comunicación
y negociación para ser exitosas. La habilidad para manejar los celos,
establecer límites claros y mantener la transparencia es fundamental en el
poliamor. Al mismo tiempo, el poliamor fomenta la honestidad, el respeto y una
mayor autonomía emocional, permitiendo a las personas construir relaciones
diversas y significativas.
Algunas preocupaciones
incluyen la posible inestabilidad de las relaciones poliamorosas y su impacto
en las estructuras familiares tradicionales. Además, el poliamor puede
reproducir sesgos de género y dinámicas de poder, lo que indica que el
poliamor, aunque ofrece una alternativa a la monogamia, no está exento de
problemas estructurales.
En conclusión, el poliamor es
un campo en expansión que ofrece nuevas perspectivas sobre el amor y las
relaciones. Aunque desafía las normas tradicionales, también presenta
oportunidades para construir relaciones basadas en la honestidad y el respeto
mutuo. Con más investigación y comprensión, se puede contribuir a una sociedad
más inclusiva y diversa en términos de cómo las personas eligen relacionarse
emocionalmente.
Conley, T. D., Moors, A. C., Matsick, J. L., &
Ziegler, A. (2013). ¿Cuánto menos, mejor?: Evaluando el estigma en
torno a las relaciones románticas no monógamas consensuadas. Análisis de Temas
Sociales y Políticas Públicas, 13(1), 1-30.
Sheff, E. (2011). Mujeres
poliamorosas, subjetividad sexual y poder. Revista de Etnografía Contemporánea,
40(4), 487-520.
Barker, M. (2016). El arte de
pedir: O, cómo aprendí a dejar de preocuparme y dejar que la gente ayude. Hachette
UK
ELLA Global Community. (2021,
enero 1). Las nuevas formas de amor: La libertad de elegir. ELLA Global
Community.
Las relaciones poliamorosas siguen siendo un tabu en la sociedad occidental religiosa que aprecia los valores tradicionales, sin embargo como las emergentes formas de relacionarse se llegara a una asimilacion de las mismas, es interesante y muy intrigante el como estas nuevas conexiones humanas cambiaran la manera en la que nos relacionamos en sociedad
ResponderBorrarEl poliamor está cambiando la forma en que vemos las relaciones, dándole un giro más abierto y honesto. Me parece genial que se trate tanto de comunicación y respeto, aunque, claro, manejar los celos y el tiempo con varias personas no es fácil. Pero justo eso de priorizar la transparencia y la autenticidad suena inspirador. Al final, este tema nos hace pensar en cómo queremos vivir nuestras relaciones y qué significa realmente ser fiel a uno mismo y a los demás.
ResponderBorrarMaria Fernanda Mtz
ResponderBorrarNo conocía mucho sobre el poliamor, solo lo básico, pero considero que, como sociedad, aún sigue siendo un tema muy tabú y mal visto. No logro entender completamente las razones detrás de esta percepción, especialmente cuando, como menciona el texto, “el poliamor es un campo en expansión que ofrece nuevas perspectivas sobre el amor y las relaciones”. En lugar de ser algo negativo, puede ser visto como una oportunidad para explorar nuevas formas de vincularse.