Dr. Alfredo Sánchez Carballo
“En la ciencia la única verdad sagrada es que no hay verdades sagradas.” C. Sagan
¿Qué es el conocimiento científico? ¿Por qué este tipo de
conocimiento se han elevado como una forma aceptada para
interpretar la experiencia en el mundo? ¿Cómo podemos distinguir el
conocimiento científico de otro tipo de conocimientos o saberes?
Una de las características
primordiales del conocimiento científico y que sin embargo pocas veces se
discute es su estado progresivo. Un ejemplo que sirve para clarificar esta idea
inicial lo encontramos en la propuesta de Thomas Kuhn [1] sobre las revoluciones científicas. Sus resultados son
producto de la discusión a partir de la ciencia y su historia, “su tesis
principal señala que el crecimiento y desarrollo del conocimiento científico
tienen lugar como resultado del desenvolvimiento de un paradigma o modelo de
realización científica que establece lineamientos para la investigación.
Después de un periodo de "ciencia normal", durante el cual las
implicaciones del paradigma son exploradas, una serie de hechos (y problemas)
que el paradigma no puede explicar resultan inevitables. El campo en cuestión
atraviesa entonces por un periodo de "crisis" durante el que se
propone un nuevo paradigma, el cual es eventualmente aceptado (Alcántara,
2000). [2]
Objetividad,
racionalidad, sistematicidad, factibilidad, trascendencia, demostrabilidad,
predictibilidad, terminología, comunicabilidad y utilidad son todas estas las
características del saber científico racional. Cada una de ellas cumple un
papel fundamental en continuo desenvolvimiento del conocimiento y la ciencia.
El concepto de ciencia hoy en día es un área del
conocimiento de más fácil acceso. A pesar de la apropiación de dicho vocablo,
vale considerar conceptualizarlo para entender las distintas piezas que lo
forman.
“La ciencia es un
sistema armónico no contradictorio lógicamente, históricamente en desarrollo,
de conocimientos humanos acerca del mundo, de los procesos objetivos que
discurren en la naturaleza y de la sociedad y de su reflejo en la vida
espiritual de los hombres; un sistema formado sobre la base sociohistórica de
la humanidad” (Chesnokov, 1965 citado en Andréiev (1979[3] ).
Esta definición de ciencia, como se puede comprobar, consta
de varios elementos que la dotan de un grado “completo”, aunque no abarcaría
todos los aspectos que se le han aportado al concepto de ciencia a lo largo de
la historia.
Vale la pena analizar el concepto en sus varias partes. El
primero de ellos que hace referencia a la ciencia como sistema. Un sistema,
para poder funcionar, debe tener entre sus varias características la interconexión
entre las partes que lo componen. De la misma forma ocurre con el conocimiento
científico, es decir, la comunicación que hay entre los conceptos, las
hipótesis, las leyes, etc. son los que dotan a dicho proceso de la razón de la
armonía que describe el concepto expuesto hasta aquí.
La segunda pieza relevante es la no contradicción lógica. Esta
parte está formulada sobre el principio de coherencia, es decir, que sus partes
sean entendibles y comunicables y que además arrojen conclusiones acordes con
las variables analizadas. Los fenómenos que el ser humano intenta resolver,
inicialmente, parecen carecer de coherencia lógica, es decir, existe una marcada
contradicción en su explicación hasta que no se comprueba lo contrario a través
de un análisis sistemático de sus partes.
El tercer punto, y estrecha correspondencia con el segundo
es sobre los procesos socio históricos del pensamiento humano. Cada problema
que enfrenta el ser humano estará basado en su posición estructural más allá de
lo coyuntural. Esto quiere decir que le análisis de las partes de un fenómeno
tienen relación directa con los aconteceres sociales y del devenir del ser
humano, la naturaleza y la cultura. Es prácticamente obsoleto estudiar un
problema contemporáneo desligándolo del elemento social e histórico.
[1]Kuhn, Thomas S. (1970), The structure of scientific revolutions, Chicago, The University of Chicago Press.
[2] Alcántara Santuario, Armando Ciencia, conocimiento y sociedad en la investigación científica universitaria Perfiles Educativos, núm. 87, enero-marz, 2000 Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación Distrito Federal, México
[3] ANDREIEV, I. (1979): La ciencia y el progreso social, Moscú, Progreso.
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