POLARIZACIÓN SOCIAL ¿QUÉ NOS DICE LA PSICOLOGÍA?

Por: Dr. Alfredo Sánchez Carballo

El tema de la separación (distinción entre grupos sociales) de la sociedad actual no es un tema nuevo, pero sí  continúa provocando discusiones desde diferentes ámbitos de las ciencias sociales. Veamos porqué. En primer lugar tenemos que recordar que la sociedad, para algunos autores, es entendida como un organismo que se componen de diferentes "sub-partes" o sistemas. Cada uno de estas partes cumple una función o se entrelaza con otras partes para que finalmente la sociedad continua desarrollándose en direcciones específicas. Esta es solo un combinación de interpretaciones sobre lo que hasta el momento entendemos por sociedad. Cada grupo al interior de la sociedad tiene características y comportamientos diferenciados y estos, a su vez, parece que pueden distinguir y/o separar a unos grupos de otros. El resultado de esto ha sido, según varios análisis, que los grupos tienden a separarse o dividirse cada vez más. Es decir, se percibe mayor distancia entre las personas de grupos diferenciados y, en consecuencia, se deteriora la cohesión al tiempo que se fortalecen comportamientos individualistas. 

Un ejemplo de lo anterior son las conclusiones a las que llegó un pensador de la interacción social (podríamos denominarlo como psicólogo-sociólogo) Ignacio Martín-Baró. Las observaciones las realizó durante y posterior a la guerra civil en el país centroamericano de El Salvador. Martín-Baró insistía que las características psicológica  de la población salvadoreña polarizada eran las siguientes: 

Estrechamiento del campo perceptivo (percepción desfavorable y estereotipada: “nosotros-ellos”). • Fuerte carga emocional (aceptación y rechazo sin matices). • Involucramiento personal (cualquier hecho afecta a la persona). • Quiebre del sentido común (posiciones rígidas e intolerantes suplantan la discusión, el diálogo o debate de posiciones diversas). • Cohesión y solidaridad al interior de cada grupo y conflicto latente o manifiesto entre grupos opuestos. • Familias, escuelas, iglesias, u otros espacios sociales de convivencia se ven obligados a posicionarse en alguno de los polos. • Personas, grupos e instituciones sostienen las mismas actitudes de exclusión, rigidez o enfrentamiento presentes en la lucha política.

Es decir, que si tomásemos en consideración estos puntos, podríamos aventurar algunas hipótesis de trabajo para hacer investigación en grupos o sociedades y así analizar, desde una perspectiva psicosociológica, el grado de polarización, separación o disputa en o entre grupos sociales. Aquí pues tenemos material para aquellas personas interesadas en analizar comportamientos a nivel macro social en organizaciones y grupos. Basta echar una mirada a estudios como el que aquí menciono para adentrarnos una de las áreas de crecimiento e interés para investigadores de las ciencias del comportamiento.  

En resumen, siempre tenemos que considerar las experiencias en otros contextos para reconocer qué podemos analizar en los propios y, además, cómo podríamos aprovechar el conocimiento ya generado para apuntalar una visión de la psicología crítica sociológica. 

Hasta la próxima