EL ESTUDIO DE LA MIGRACIÓN Y EL DERECHO A NARRAR LA PROPIA HISTORIA

 

Dr. Alfredo Sánchez Carballo

Hay certeza cuando se afirma que todo sujeto social tiene una historia que contar. Desde aquel que desempeña un oficio en la calle, personas dedicadas al cuidado de sus hijos y el hogar, el hombre que camina de prisa sosteniendo un café y revisando su teléfono inteligente, hasta el clérigo de la iglesia del barrio; todos y cada uno de ellos, en tanto sujetos entrelazados en la trama social, poseen un relato que representa su propia realidad. Posibilidades de una narrativa, potencialidad de elaboración de la propia biografía en formato oral.

            Las historias son diversas, pero de una u otra manera, siempre hay razones para atender, analizar y documentar las acciones sociales de los sujetos. El actor social siempre está en movimiento, siempre está representando y actuando dentro de una realidad particular, a cual está llena de significados, imágenes, memorias, historias, particularidades, etc. Es por eso que el análisis desde las ciencias sociales y del comportamiento está atento a esas manifestaciones.

            El acto de ser nómada, es en sí, una de las acciones más antiguas que ha realizado el ser humano. Migrar de un lugar a otro, por las razonas que sean, es acción ligada al proceso de toma de decisiones del sujeto social. Los motivos de dicha elección pueden ser varios: para escapar de algún peligro inminente, por desastres naturales, por mejorar las condiciones de vida, entre otros.

            Cualquiera sea el leitmotiv que incite a los humanos para trasladarse de un punto en el espacio a otro implica una red de motivos y significaciones que emanan de dichas acciones sociales. En este sentido, el estudio de las migraciones, visto por medio de las diversas propuestas de análisis[1], puede dar indicios de que los movimientos de las personas tienen motivos específicos y que, de algún modo, influyen al ambiente social que les rodea; este mundo de las migraciones humanas puede ser caracterizado a través de representaciones, experiencias y campos acumulados que, de alguna forma y en algún momento, entrarán en conflicto, construirán un diálogo o revivirán un tipo de historia particular.

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[1] Hay varias perspectivas teóricas que están enfocadas al análisis de la migración desde una perspectiva de las ciencias sociales, por ejemplo, , el modelo que explica el contexto de las economías duales en el que la migración desempeña un papel fundamental (Lewis, 1954); el modelo push-pull expuesto en la obra A Theory of Migration (Lee, 1965); la versión micro propuesta por la teoría neoclásica, la cual responde a las distinciones estructurales de las regiones de las cuales los individuos emigran (Todaro, 1969); más recientemente la explicación de las migraciones por medio de lo que se conoce como “La nueva economía de las migraciones laborale” expuesta principalmente por Oded Stark (1991); la teoría de los mercados duales propuesta por Michael Piore (1979) quien explica las migraciones desde una perspectiva macro de los factores determinantes y, más recientemente la propuesta del transnacionalismo que es explicado como un proceso social donde los migrantes operan campos sociales que traspasan las fronteras geográficamente definidas por los países (Glick Schiller, Basch y Szatón-Blanc, 1999), sólo por mencionar algunas.